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Montas un campamento bajo las estrellas para recuperar el aliento y las fuerzas.

Los cofres del tesoro y las altas pilas de oro llaman tu nombre, tal vez haya algo que valga la pena llevar aquí ...

Atrapas al tonto aventurero con la guardia baja, no puede hacer mucho más que sonrojarse y jadear cuando los zarcillos se burlan de su coño.

Convocas un poderoso aliado para reforzar las defensas de tu mazmorra. Si las chicas monstruos no toman al adventurero... Bueno, esa cosa lo hara.

El piso debajo del aventurero se abre para revelar un asiento de tentáculo vibrante al que ahora está irremediablemente unida. Ya la puedes ver retorciéndose.

No puede contener su orgasmo mientras los tentáculos tiran de su coño contra la protuberancia vibrante. Sus gemidos resuenan por todo el calabozo mientras sus jugos empapan el suelo.

Convocas fuerzas oscuras para reforzar las defensas de tu mazmorra.

Tus misticos cantos llaman a decenas de fuerzas demoniacas del abismo para ayudarte en tu tarea.

Convocas fuerzas del mas alla para reforzar las defensas de tu mazmorra.

Invoca a las fuerzas de la naturaleza misma para frustrar a este intruso. Incluso si logra escapar, es divertido verle moverse entre las enredaderas y raices

Tus rituales convocan demonios especializados en seducción.

Cuerdas encantadas la atan, la levantan y colocan su delicado coño sobre la cuña burlona de un caballito.

Cuando su mano toca el tesoro maldito, tu hechizo rodea su cuerpo, volviéndola loca con una sensación abrumadora.

La energía mágica pura, la lleva a un humillante e impotente orgasmo. Eso debería enseñarle a no robar tesoros.

Camina sobre una runa y las manos se extienden desde el suelo para sujetarla y follarla sin sentido.

Sus caderas se contraen y arquea su espalda, mientras tus manos mágicas rompen su espíritu con un forzado orgasmo con un rubor.

Inclinarse demasiado en el cofre para agarrar el tesoro del fondo fue un error. La agarra, tirando de ella mientras comienza a azotar y follar su vulnerable coño.

Atrapas al tonto aventurero en una niebla mágica que se funde en manos que restringen y juegan con su cuerpo.

Los tentáculos azotadores y la doble penetración del mímico la hacen gemir impotente mientras lucha.

La Aventurera se retuerce en sus ataduras, viendo cómo las pollas atraviesan el portal para penetrar su coño cautivo.

Incapaz de detener el implacable asalto desde tu portal de pollas, se corre en sus ataduras, jadeando cuando junta y choca sus rodillas.

Su dispositivo la restringe, y las ventosas en sus pezones comienzan a juguetear lascivamente con sus pechos, tratando de hacer que se corra solo de sus pechos.

Parece que tiene senos * muy * sensibles, el ordeñarle hace que su intimidad se moje mientras se corre y lacta en tu máquina lasciva.

Del suelo brotan tentáculos que lamen su raja desprotegida.